Nuevas sensaciones hasta el momento desconocidas
Muchas veces piensas en cosas que te gustaría hacer y las vas dejando y dejando, un día te levantas y te preguntas. ¿Por qué malgasto mi tiempo haciendo cosas realmente insignificantes cuando lo que realmente lo que me apetece es disfrutar de nuevas experiencias únicas e irrepetibles?
Una de las experiencias más brutales que he tenido la oportunidad de realizar hace tan solo una semana fue el salto al vacío desde un avión a 5000.000 metros de altura. Era algo que tenía pendiente, siempre decía tengo que hacerlo, pero pasaba el tiempo y como tantas otras cosas lo iba dejando, desde hace muy pocos días me he planteado ir haciendo todas esas cosas que vas teniendo pendientes y que por unas causas o por otras vas dejando y no las haces, merece mucho mas la pena que invertir tu tiempo en otras muchas cosas que seguramente realizas habitualmente.
La sensación que experimentas antes de saltar al vacío es increíble, desde el momento en el que te montas en el avión y ves como se aleja el suelo ya empiezan a pasar mil cosas por tu cabeza, vas mirando el altímetro y ves como va incrementándose la distancia con el suelo, cuando llevas un rato en el aire y crees que ya no puede subir más, pues si sube mas y en ese mismo instante uno de los paracaidistas abre la puerta del avión, en ese mismo instante ya comienzas a pensar miles de cosas y por lo general te quedas callado y la cara que se te queda realmente es un poema, pero es mucho más duro aún cuando se escucha un sonido que da el pistoletazo de salida para que el primero de los paracaidistas salte, para mí fue inevitable ir viendo cómo iban saltando uno tras otro y ver como se desintegraban en el aire, eran cuerpos que desaparecían en cuestión de segundos y salían a una velocidad increíble. Finalmente llega tu momento y tienes que saltar, el monitor te pide que saques los pies por fuera del avión apoyes tu cabeza sobre su hombro y estés tranquilo. Según saltas al vacio mi sensación fue indescriptible inicialmente mi mente se quedo en blanco y no era capaz de seguir bien las indicaciones para lograr estabilizar el cuerpo en el aire, fue la sensación más dura de todas luego cuando te estabilizas en el aire la sensación de libertad es increíble, eso sí, tienes que conseguir relajarte y disfrutarlo aunque realmente es muy difícil, ya que la incertidumbre a lo desconocido y volar a 200 km por hora a cuerpo descubierto jamás lo había sentido.
Tras mi experiencia con el salto en tándem espero poder realizar el curso y poder tener el suficiente valor para poder saltar solo y seguir experimentando nuevas sensaciones hasta el momento desconocidas.